ATAQUE DE PÁNICO: MIEDO AL MIEDO

Un ataque de pánico es un miedo extremo e incontrolable que aparece de forma repentina, causando sensaciones físicas como latidos fuertes del corazón, dolor en el pecho, mareos, temblores, respiración acelerada, sensación de asfixia, sudoración, sentir frío, náuseas, escalofríos, hormigueo en las manos o pies, dificultad para hablar, etc.

Sufrir ataques de pánico puede hacer pensar que se está sufriendo un ataque cardíaco, que se está volviendo loc@ o que se está al borde de la muerte. Por lo que, constantemente, se está preocupad@ y aterrorizad@ por si vuelven a aparecer y/o por las consecuencias que puedan conllevar estos ataques.

Ante esto, las personas que los padecen, reaccionan principalmente:

• Intentando controlar las sensaciones físicas.
• Evitando ciertos lugares, situaciones o actividades. Incluso, no salir de casa por miedo a que aparezcan estos ataques y no poder controlarlos ni escapar de la situación.
• Pedir ayuda y protección a cualquier persona para que la acompañe cuando hay que afrontar una situación en la que se siente incapaz de afrontar sol@.
• Toman precauciones para evitar que aparezcan los ataque, como, por ejemplo, llevar la medicación a todas partes.
• Hablar constantemente del problema para tranquilizarse.

Sin embargo, estos comportamientos no funcionan y, en vez de solucionar el problema, lo mantienen e, incluso, lo empeoran. Por lo que, las limitaciones son cada vez más y más, afectando progresivamente, si no se trata, a todas las áreas importantes de la vida de las personas que lo sufren (laboral, social, académico, etc.).

La buena noticia es que con la Terapia Breve Estratégica este problema tiene solución, demostrando ser eficaz en un 95% de los casos.

¿Crees que es tu caso o el de alguna persona cercana?

«Solamente los que se arriesgan a ir demasiado lejos descubren hasta dónde pueden llegar».
-Thomas Stearns Eliot-